En el terreno donde estaba ubicado el pozo OG-16, entre la hoy avenida Francisco de Miranda, 3era Carrera Norte, callejón Soublette 1 y 2 Carrera Norte, durante el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, en los años 1952-1954, se construyó  un fuerte edificio de dos plantas, con la arquitectura que se destilaba para la época; este edificio fue abandonado antes  de finalizar el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, se llamaba el “elefante blanco”, tal y como era su color y se convirtió en letrina pública y basurero, reducto de gente del mal vivir, encuentros de homosexuales y prostitutas, pordioseros alcohólicos  y rateros incluso empezaron a convertir algunos de sus espacios  en morada permanente causando el malestar e indignación colectiva  quien en reiteradas ocasiones elevaron sus quejas a las autoridades  policiales del municipio, las cuales tenían su sede  primero entre la calle Ricaurte  y Guevara Rojas, luego en la  calle  Guayana en casa de paredes de bahareques, techo de zinc.

 

                En el año 1973 esta obra tenía más de 20 años  abandonada bajo la presidencia del Dr. Carrasco Mata se e levantó un informe conjuntamente  con los especialista    en la materia relacionando con el estado y las condiciones en la que se encontraba la mencionada edificación, ya que la Cámara Municipal del periodo anterior se había considerado procedentes de la demolición  a un costo de 5.000.000, oo millones de bolívares.

                El Dr. Carrasco Mata lee el informe y toma la decisión de consultar a otras instancias, oír opiniones políticas y personales orientadas a salvar la propiedad  que fue hecha para  beneficio del pueblo,  haciendo caso omiso a los intereses, opiniones políticas y personales.

En sesión de Cámara hace una exposición   de la situación, recibiendo el apoyo  a la misma, pasando a solicitar una reunión con el gobernador del Estado Anzoátegui  Lcdo. Guillermo Álvarez Bajares, quien se hace a la causa poniendo tres especialistas que determinaran  las condiciones reales en que estaba la obra para decidir con propiedad que debía hacerse con la mencionada construcción.

                El informe se hace y 15 días después a mediados de marzo de 1973 (la fecha no se lee en el informe), arroja el siguiente resultado: “La estructura, se mantiene  en buenas condiciones, es totalmente recuperable. De inmediato se envía este informe al Ejecutivo Nacional (Despacho Presidencial), con la firma y aprobación de los nueve (9) concejales y el respaldo del gobernador. El Dr. Rafael Caldera aprueba y de inmediato se comienza a rescatar la obra; al concluir su periodo el Lcdo. Álvarez Bajares y asumir la gobernación Guillermo Arreaza, se continúan las reparaciones que terminan a mediados  del mes de noviembre de 1973, llegándose a llamar;  (según informe), “El Palacio Municipal”, hasta el día de hoy.

                Su ubicación estratégica, es excelente y accesible a todo el municipio, conservó su hermosa estructura arquitectónica (neo clásica), muy en boga en la década de los cincuentas y abrió caminos a la modernidad del municipio, para esas décadas de los 70-80-90, sus espacios eran amplios y cómodos  para las gestiones que se desarrollaban en ella.

 

                Todos los presidentes y  alcaldes que ejercieron la primera magistratura del municipio, después del Dr.  Adalberto Carrasco Mata, correspondiendo a la importancia y belleza del edificio, escatimaron esfuerzo, ni recursos en su trasformación, con fundamento en las funciones y servicios que presta a la colectividad.                       

 

*Cronista municipal.