CARACAS. El cadáver de Rafael Ramón Acosta Arévalo (50), presentaba 38 lesiones, según acta inicial de investigación penal elaborada por la División de Investigaciones de Homicidios del Cicpc a la cual tuvimos acceso.
Acosta Arévalo estaba recluido en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) desde el sábado 22 de junio junto a otros militares presuntamente implicados en planes destinados al asesinato del presidente Nicolás Maduro, su esposa Cilia Flores y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
El viernes 28 de junio fue traslado desde el Digcim hasta los tribunales militares ubicados en Fuerte Tiuna, “cuando de pronto se desvaneció perdiendo el conocimiento en la sala de audiencia, siendo trasladado de manera inmediata hasta el centro asistencial (hospital militar “Vicente Salias”) donde fallece”, refiere el acta.
El día sábado 29 se presentaron al hospital militar de Fuerte Tiuna un inspector y un detective del Cicpc para levantar el cadáver que vestía una chemise azul y un jean. El acta dejó constancia que “ambas prendas presentan sustancia de color pardo rojizo”
Al sitio también acudió Sinue Villalobos, directora del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamef), quien procedió a inspeccionar y realizar el levantamiento del cadáver.
Del examen externo practicado se le pudieron observar 30 lesiones (ver recuadro). Por ejemplo, en la parte frontal del cuerpo se observó escoriaciones en varias partes, especialmente en el codo y las muñecas; fracturas y contusiones en hombros, labios y nariz asi como cortes en los glúteos. Al voltear el cadáver, se hallaron ocho lesiones similares.
Luego de esa inspección el cadáver fue llevado a la morgue de Bello Monte donde un equipo de la Unidad Criminalística del Ministerio Público le practicó la autopsia en presencia de la fiscal Marbella Vargas. Al concluir, anotaron que la muerte de Acosta Arévalo fue causada por “edema cerebral severo debido a insuficiencia respiratoria aguda debido a tromboembolismo pulmonar debido a rabdomiólisis por politraumatismo generalizado”.
Para el médico Willian Rafael Díaz, la base de todo ese informe es el politraumatismo generalizado, que son contusiones y fracturas en todo el cuerpo. “Eso implica el trauma de órganos internos como el hígado y los riñones”, acotó.
“Esos golpes produjeron desprendimiento de órganos y rabdiomiólisis que es la destrucción de músculos y colapso del higado lo cual trajo una embolia masiva a nivel pulmonar que finalmente derivó en insuficiencia respiratoria”, explicó Díaz.
Al cierre de esta edición, el cadáver de Acosta Arévalo permanecía en la morgue de Bello Monte, según fuentes.
“Estado es responsable de los presos”
El Defensor recordó que antes del año 1999, si una persona denunciaba que había sido torturada, ésta tenía que demostrarlo.
“Ahora, con el cambio constitucional en el año 99, es responsabilidad del Estado, no solo la investigación sino la vida, la integridad de todas las personas que están bajo custodia”, señaló el funcionario tras recordar que el artículo 43 garantiza el derecho a la vida.
Ruíz quien recomendó un chequeo médico periódico a los privados de libertad para documentar y prevenir las torturas o tratos crueles.
Fuente: http://www.ultimasnoticias.com.ve