EL TIGRE. Los habitantes de caseríos de la parroquia San Diego de Cabrutica del municipio José Gregorio Monagas del estado Anzoátegui, manifestaron su repudio a la acción represiva que viene ejerciendo la Guardia Nacional Bolivariana contra campesinos, conuqueros y productores del campo de esa localidad.
Así lo dieron a conocer voceros del consejo comunal de Guatire y residentes de las comunidades de Las Gardenias, Dos Caminos, Nuevo Producto, La Torta, La Ventana y Las Trincheras, quienes no ven justificación alguna para que los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) ubicada en el puesto de Petrocedeño en San Diego de Cabrutica, actúen de manera indiscriminada contra humildes agricultores, que es mucha la tierra que tienen que pasar por el lomo y mucha las gotas de sudor que deben botar para lograr sobrevivir en situación económica tan hostil como la actual, sólo labrando sus pequeños sembradíos. Y como si fuera poco, el Gobierno nacional en vez de prestarles ayuda como lo ha dicho reiteradas oportunidades el presidente de la República, Nicolás Maduro, los funcionarios lo que hacen es mantenerlos en zozobra con la acción injustificada de la GNB, que a toda hora del día no les permite ni siquiera dirigirse a sus conucos porque los detiene y se los lleva presos, sin ningún debido procedimiento, más que el de la sospecha o el antojo particular.
Este es el caso del trabajador del campo Oscar Darío Villarroel Macuto, residente junto a sus cinco hijas menores de edad en Las Gardenias, quien fue detenido por una comisión de la GNB del mencionado puesto de Petrocedeño, el pasado 24 de julio, en la vía de la llamada locación petrolera P.4, frente al antiguo hato Jengibral del sector Guatire, cuando se dirigía a reparar la empalizada de uno de los laterales de la cerca que protege su conuco donde mantenía su reciente siembra que era invadida por reses.
Se pudo conocer a través de conversación telefónica con uno de los altos efectivos del referido puesto militar, que la justificación para la detención de Villarroel Macuto fue que portaba un machete y un martillo, y eso lo hacía sospechoso de robo de material estratégico de la industria petrolera, sin tomar en cuenta que son sus herramientas de trabajo, justo para reparar la empalizada de su sembradío.
Alirio Villarroel, Gilberto Ostos, Livia Pino, Norelys Pino, María Camejo, Javier Osto, entre otros, voceros comunales y residentes de los mencionados caseríos, expresaron su rotundo rechazo a esta práctica militar que en vez de hacerlos sentir seguros, les ha arrebatado la paz y la tranquilidad propias del medio rural, ya que perciben, por la manera de actuar de los efectivos castrenses, que existe una especie de ensañamiento contra los cultivadores de la tierra.
“No podemos transitar por las vías y carreteras que antes de que la GNB comenzara a hacer sus recorridos, eran de libre tránsito para todos, tampoco podemos andar por los montes donde tenemos siembras, porque hasta a allá llegan, de noche rondan nuestras casas y meten luces de linternas por ventanas y cualquier hendija descubierta. Es una verdadera zozobra. No podemos cargar encima nuestras herramientas de trabajo porque nos despojan de ellas y nos llevan detenidos con el simple argumento de que somos sospechosos de robar cobre o material estratégico de la nación. Cada vez que nos despojan de un machete, de una escardilla o de un hacha, para nosotros significa la ruina, son herramientas inalcanzables de adquirir con lo que producimos que es nuestra única base de subsistencia”.
Por otra parte, afirman que el comandante del puesto de la GNB de Petrocedeño en San Diego de Cabrutica, debe orientar de manera más inteligente y discriminada su labor contra los delincuentes que roban cobre en las instalaciones petroleras y ejercen el cuatrerismo en la zona; muchos de ellos se saben quiénes son, pero precisamente, no actúan contra ellos, sino contra los conuqueros que sólo conocen de desyerbar maíz, arroz, yuca y plátanos, como el caso de Villarroel Macuto, que después de ser detenido, no hubo ninguna notificación del hecho a sus hijas, familiares o vecinos, quienes por más de 24 horas lo dieron por desaparecido y lo buscaron en montes y prados cercanos en vano, hasta que conocidos se dirigieron a la GNB para poner la denuncia sobre su desaparición y fue allí que les informaron que se encontraba detenido por ser sospechoso de robo de material estratégico y que el caso ya había sido puesto a la orden de la Fiscalía del Ministerio Público.
Quienes lo conocen y han sido sus vecinos dan fe que Villarroel Macuto es un hombre que jamás ha tenido problema alguno con la justicia, por lo tanto no tiene ni expediente ni solicitud judicial; se ha dedicado todo el tiempo a desempeñar su labor de agricultor y a la crianza de sus cinco hijas, la mayor de 15 años, quienes están bajo su absoluto resguardo y manutención, debido a que la mamá está ausente del hogar.
“Además de la detención forzosa de Villarroel Macuto, de la que en cualquier momento puede ser víctima otro comunero, de seguir la GNB actuando como hasta ahora lo viene haciendo, en lo que considerados que es una franca violación a los derechos humanos, al libre tránsito, al derecho al trabajo y la inviolabilidad de nuestros hogares, lo dejen más temprano que tarde libre, ya para él el daño causado por los militares es irriversible; pues como no pudo llegar a tiempo para reparar la empalizada por donde se meten las reses a su conuco, éstas acabaron con el maíz, el frijol, el arroz, la yuca, las auyamas, las batatas, los ocumos y cuanto había sembrado como única esperanza de sustento para él y sus cinco hijas durante todo el año. Es un atropello, es una persecución que nos tienen. A quienes de verdad deberían perseguir pasan, muchas veces tranquilos con el producto de sus fechorías en sus narices y no son detenidos y si son detenidos en menos que canta un gallo quedan sueltos, porque con el producto de lo mismo que han robado tienen para pagar su libertad”, enfatizan los habitantes de los caseríos del municipio Monagas en respaldo a Villarroel Macuto.
Con el fin de hallarle un entendimiento a esta preocupante situación, los habitantes de los mencionados caseríos han convocado a una reunión este domingo 28 de julio a las 10:00 en Guatire, con la alcaldesa del municipio Monagas Cruz Ojeda, con el comandante del puesto de la GBN de Petrocedeño en San Diego de Cabrutica, con el comisario de la Policía del estado en la parroquia y consejos comunales para debatir sobre el tema y fijar algunos parámetros que permitan hacer las correcciones necesarias y velar por la dignidad de los campesinos.
Fuente: M.O. /Foto: Cortesía.