Ronald R. Rodríguez Barrios / ECS
Anaco.- La prueba de que algunos actores económicos están jugando con las necesidades de la gente la acaban de dar varios comerciantes anaquenses. Ante la escandalosa alza del valor del dólar, todos los productos que se venden en la ciudad del centro del estado Anzoátegui presentaron una subida de precios exorbitantes y groseros. Pero la reacción no es la misma cuando el coste del verde cae.
Fueron más de 15 los días en que los habitantes de la localidad gasífera perdieron cabello, se les subió la tensión y les bajó el azúcar cada dos por tres, al mismo ritmo frenético con que la moneda norteamericana trepaba más escalones hacia cotas jamás pensadas.
Fueron semanas de precios locos, de despiadados aumentos de los productos de la cesta básica y de los servicios, mientras que el sueldo y la capacidad de compra de los venezolanos se convertían en “polvo cósmico”.
Durante ese tiempo la ciudadanía albergó un sentimiento de desprotección e impotencia que le ha llevado a calificar de “inútiles” a las instituciones que el Estado Venezolano ha creado con la finalidad de respaldar y defender al pueblo en momentos tan críticos como los vividos hace poco más de un quincena.
Fue a finales de la semana pasada que el dinero gringo retrocedió, cayendo en casi en un 25 %. Esta vez la fluctuación no causó el mismo impacto en el marcaje de precios. “Es injusto e incompresible” así calificó Alicia Benavidez la repercusión que “dicen los comerciantes que tiene el dólar en la economía local”.
“Se entiende alto y claro que sí el dólar sube todo suba” aseguró la costurera de 28 años de edad, que espera, entonces, “que cuando el billete de los yanqui baje, los artículos se pongan más baratos”. La madre de tres menores de edad afirma que “los negocios abusan de las necesidades de la gente ante la mirada indiferente del alcalde, el gobernador, protectores del pueblo, concejales, fuerza militares y organismos policiales”.
En la misma línea opina la chavista Alexandra Martínez. “El Presidente Nicolás Maduro debe hacer caer todo el peso de la ley encima de los especuladores”. Para estos últimos pidió la denominación de “traidores de la patria”.
De la tendencia política de oposición, Eliseo Fuenmayor respalda los posicionamientos de Benavidez y Martínez. “Esto no se trata de política ni de ideología sino de economía, es un asunto de seguridad nacional en el que toda la sociedad debe ocuparse”.
Unidos
Explica el estudiante universitario que “oficialistas y opositores de a pie están padeciendo un empobrecimiento abrumador, por lo que la dirigencia debe convocar a todos los sectores del país para buscar salidas a la crisis”.
Los entrevistados coinciden en considerar que “la lucha por el poder político se han prolongado más allá de lo esperado y las consecuencias las están pagando los de abajo”. Concordaron, además, en pedir “diálogo y negociaciones fructíferas”.