Ronald R. Rodríguez Barrios / ECS
Anaco.- Los niños, los adolecentes y los abuelitos la están pasando muy mal a causa de los graves problemas sociales que ha generado en Venezuela la crisis económica. Les ha tocado vivir, o sobrevivir para ser más preciso, del colapso de los servicios públicos.
El derrumbe del poder adquisitivo les ha privado de una gran cantidad de comodidades que generaciones anteriores, que eran felices y lo ignoraban, sí tuvieron la ocasión de disfrutar.
Pero en los tiempos actuales no sólo es harto difícil alimentarse como Dios manda. También es una misión titánica mantener la higiene y el aseo; vestir bien y utilizar buenos calzados; degustar un dulce, una hamburguesa y disfrutar de una salida al cine, entre otras cosas que los venezolanos de no hace mucho hacían con frecuencia.
La migración le ha quitado a muchos de los chamos y a los abuelos la familia, ya que la separación ha causado un efecto nocivo en nuestra sociedad.
Es por ello que en los planes de muchos de nuestros muchachos están esperando obtener el título de bachiller de la república para cruzar las fronteras. Sienten que “el futuro ya no está en Venezuela”.
Pedro José Marcano, estudiante universitario, ultima los detalles para salir del país antes de que finalice el año. “Tenía pensado primero graduarme de ingeniero en sistemas antes de viajar, pero todo se ha puesto tan difícil que he debido cambiar de planes”.
La idea de Marcano, que compartirá travesía con otros compañeros, le llevará hasta Colombia, pasará por Ecuador y Perú hasta llegar a Chile.
“Hay noticias que ya los venezolanos no están siendo bien recibidos, por eso procuramos bajar si es posible hasta Uruguay o Argentina” informó Marcano.
Pedro José estará secundado en la idea por la menos 20 anaquenses más, y acompañado en el viaje por siete amigos. Todos están animados, o desesperados, por encontrar mejores oportunidades de progreso y bienestar.
Maricarmen Batista figura entre las que subirán al mismo autobús con Marcano. Ella, que estudia en un instituto privado, tampoco encuentra sentido “quedarse en país que se derrumba, es hora de partir con mucho pesar”. Dejará acá a su madre y a su abuela. La nostalgia la ha deprimido antes de irse.
“Duele mucho dejar atrás a los seres queridos, en especial porque no sabemos si podremos volver a tenerlos cerca, abrazarlos y besarlos” ha dicho la muchacha que tiene un apego especial por la abuela.
Todos ellos han expresado el deseo de quedarse en tierra patria y trabajar por hacer de Venezuela el mejor país del mundo, pero no ven “luz al final del túnel”. “Clarooo que estar en el país de nacimiento es mejor” aún así ya es un hecho que se irán porque “todo es muy caro y peligroso” dijo Fany Ortega, quien tiene las maletas listas para irse hasta Colombia.