Promotor artístico y cultural anaquense Yoelvis Monroy falleció en accidente vial en Colombia

Ronald R. Rodríguez Barrios / ECS

Anaco.- Tristeza y dolor. Tales son los sentimientos que embargan a la familia del destacado promotor artístico y cultural anaquense Yoelvis Monroy, quien perdió la vida en un accidente vial ocurrido en Colombia el pasado fin de semana, dónde se encontraba radicado desde hace algún tiempo. 


El talentoso venezolano destacó como una de las personalidades más versátiles del gremio artístico de la localidad “gasífera”, en la Zona Centro del estado Anzoátegui.


Hizo delirar a chicos y grandes con su enorme destreza para divertir con los títeres. Además, fue uno de los mejores actores que ha pasado por los escenarios teatrales de la llamada ciudad más joven de Venezuela.


Gracias a sus dotes histriónicas, su conocimiento de la realidad artística y cultural del municipio fue designado como Director de Cultura de la alcaldía de Anaco, en tiempos en que el actual constituyentista Francisco “Frasso” Solórzano ejercía de burgomaestre.


Desde semejante ocupación, Yoelvis organizó una serie de eventos y programas que tenían como principal motivación masificar a las artes entre la población, de manera especial en niñas, niños y adolescentes.


Las diferentes personalidades que conforman a la sociedad de artistas y cultores de Anaco, Cantaura, Santa Ana, Aragua de Barcelona, y otras latitudes han manifestado el profundo dolor que causa la irreparable pérdida del hombre de apenas 44 años de edad, quien abandona nuestra plano de manera prematura.


Quienes tuvieron la dicha de conocer y tener trato con el moreno actor le recuerdan como un hombre amable, de trato agradable, creativo, apasionado de las actividades en las que se involucraba y con quien era un placer conversar y trabajar.

En busca de una vida mejor
Como tantos otros venezolanos, Yoelvis salió de las fronteras nacionales en busca de mejores oportunidades de trabajo. En Colombia se empleó en una empresa de servicio petrolero y eléctrico, donde destacó por su gran preparación en el área.


Las personas con las que compartía labores en el hermano país le consideraban como una persona de “buen humor” y aseguraban que se ganaba el corazón de todos por tener “don de persona”.


Desde este humilde rincón de palabras estimamos oportuno recomendar, o suplicar si es necesario, a las autoridades municipales, estadales, así como a los diferentes movimientos artísticos y culturales de Anaco y de Cantaura, ciudades en las que brillaron las diversas cualidades de Yoelvis Monroy, la realización de un homenaje para recordar al extraordinario ser humano y su espectacular obra.