La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hoy nuevas pautas para reducir el riesgo de demencia, recomendar un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular, no fumar, evitar el uso nocivo del alcohol y controlar el peso.
Las nuevas pautas proporcionan la base de conocimientos para que los proveedores de atención médica asesoren a los pacientes sobre lo que pueden hacer para ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y la demencia. Las recomendaciones específicas para reducir el riesgo de demencia incluyen actividad física regular, no fumar, una dieta sana y equilibrada, evitar el consumo peligroso y nocivo de alcohol, entrenamiento cognitivo para adultos mayores, y participación social y apoyo social.
La OMS también aboga por el manejo adecuado de una variedad de indicadores de salud a medida que crecen las edades, como el sobrepeso y la obesidad en la mediana edad, la hipertensión, la diabetes mellitus, la dislipidemia, la depresión y la pérdida de audición.
Las directrices serán útiles para los gobiernos, los responsables políticos y las autoridades de planificación para guiarlos en el desarrollo de políticas y el diseño de programas que fomenten estilos de vida saludables, dijo la OMS.
La OMS recomienda encarecidamente que los países gestionen el creciente problema de salud de la demencia mediante la creación de políticas y planes nacionales, cuyo elemento esencial es el apoyo a los cuidadores de personas con demencia.
La demencia es una enfermedad caracterizada por un deterioro en la función cognitiva más allá de lo que podría esperarse del envejecimiento normal. Afecta la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La demencia es el resultado de una variedad de enfermedades y lesiones que afectan el cerebro, como la enfermedad de Alzheimer o un derrame cerebral.
Las estadísticas de la OMS muestran que la demencia es un problema mundial de salud pública en rápido crecimiento. En todo el mundo, alrededor de 50 millones de personas tienen demencia, y casi el 60 por ciento vive en países de ingresos bajos y medios.
Se proyecta que el número total de personas con demencia alcance 82 millones en 2030 y 152 millones en 2050.
Si bien la edad es el factor de riesgo conocido más fuerte para el deterioro cognitivo, la demencia no es una consecuencia natural o inevitable del envejecimiento, dijo la OMS. Los estudios han demostrado una relación entre el desarrollo de la demencia con factores de riesgo relacionados con l estilo de vida, ciertas afecciones médicas y otros factores de riesgo como el aislamiento social y la inactividad cognitiva.