CARACAS. Cada año trae consigo épocas que me emocionan y alegran enormemente. Este año, agosto trajo una de ellas: el Miss Venezuela 2019. Las sorpresas y cambios que este certamen nos brindó fueron de gran orgullo para mí y para todos los que estamos detrás de su organización.
La noche más linda demostró a Venezuela y el mundo que la mujer venezolana es sinónimo de fuerza y empoderamiento. El evento se llevó a acabo a las 7pm del 1ero de agosto en uno de los estudios de Venevisión. Después de tres horas durante las que las candidatas mostraron sus principales virtudes y habilidades, se eligió a Miss Venezuela 2019 y Miss International 2019. Dos bellezas que representan de manera extraordinaria a la mujer venezolana.
Por primera vez, después de 67 años, no se hizo mención alguna de las medidas de las participantes durante las pasarelas de traje de baño y de vestidos. Elementos como sus capacidades y su talento fueron los que se tomaron en cuenta para evaluar a las concursantes. Con este enfoque, se buscó promover el valor de las mujeres venezolanas: la belleza se construye a partir de muchos elementos y su valor no puede ser determinado exclusivamente por el tamaño de la cintura o el busto de una mujer.
En esa línea, es importante comentar que los cambios como no mencionar las medias y que el show ya no sea el protagonista sino las participantes, son transformaciones que forman parte de la nueva visión de la Organización -la nueva realidad del país y de la mujer- que ha venido trabajando el Comité Ejecutivo desde que tomó las riendas del certamen y que se han reflejado en incluso en el reciente rebranding.
El mensaje de empoderamiento fue enviado a través de una nueva propuesta gráfica y de contenido. Con las diversas actividades en las que participaron las concursantes y el discurso que dieron los animadores y anteriores ganadoras del Miss Universo, se resaltó la importancia del empoderamiento femenino y el amor propio, la creencia en uno mismo y el saber valorarse.
Basándose en esta visión, Miss Venezuela llevó a cabo diversas actividades para sensibilizar a las participantes sobre su entorno con el objetivo de concientizarlas y que se conviertan en agentes de cambio. También se realizaron varios ejercicios para descubrir y explotar sus capacidades y virtudes al máximo, mostrándose como mujeres empoderadas capaces de exteriorizar sus aptitudes de liderazgo y emprendimiento.
Fuente: Informe 21