Ronald R. Rodríguez Barrios / ESC
Anaco.- El concierto de organizaciones políticas y civiles que desde hace más de 20 años han estado luchando en contra del Gobierno Nacional solo ha contabilizado fracaso tras fracaso. Sólo en dos oportunidades han logrado amargar a los chavistas: Cuando ganó el NO a la reforma constitucional y en las parlamentarias el 2015, cuando la revolución fue “revolcada” en las urnas electorales.
Se podría suponer que la acumulación de derrotas sucesivas y contundentes habría producido en los opositores el aleccionamiento necesario, e imprescindible, para disputar el poder a los socialistas. No ha sido así. La inmadurez y la arrogancia de gran parte del liderazgo político que adversa al régimen, que ahora dirigen Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, han consolidado a la revolución.
Es innegable que en los partidos políticos de la oposición hay una lucha entre dirigentes por “quedarse con el coroto”. Al menos eso piensa Eleonora Alfonzo, vendedora de café en las inmediaciones del Mercado Municipal de Anaco.
“Mientras (Henri) Ramos Allup, María Corina (Machado) y Leopoldo (López) se matan para ver quién es el chivo que más mea, el pueblo paga las consecuencias con más hambre y miseria” comentó esta docente de 26 años de edad que no le “encuentra sentido a trabajar en un colegio por un sueldo tan bajo”.
Romelia Matute advierte “con mucho pesar” que “Guaidó tampoco logrará nada porque los adecos, maricorinos y otros prefieren a (Nicolás) Maduro como presidente”. La peluquera añade que “ellos dicen estar unidos pero a los adecos no los quiere nadie, nadie confía en ellos y no es para menos, se burlan de la gente con descaro”.
En su taxi Pablo Rojas ha escuchado a sus usuarios quejarse más de la oposición que del mismo gobierno. De “vendidos, cobardes” y hasta de “peores que los chavistas” han sido calificados Antonio Ledezma, Manuel Rosales, Henrry Falcón, Henrique Capriles Radonski, Chaim Bucaram, Antonio Barreto Sira y Luis Guevara Marrón.
“La gente está descontenta con chavistas y antichavistas por igual” he referido el trabajador del volante quien tiene claro que las ambiciones que dividen a la oposición hacen más fuerte a oficialismo.
MUD
El fenecimiento de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) es el mejor ejemplo. Mientras la alianza estuvo operativa, la oposición logró posicionarse como alternativa válida y real de poder. Desde que los gobernadores adecos desobedecieron los lineamientos de la concertación política, que les prohibieron jurar ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), está comenzó a debilitarse al punto de dejar de existir.
Pero la desconfianza no solo moja a los adecos. También salpica a Un Nuevo Tiempo (UNT), ya que su máximo líder, Manuel Rosales, fue liberado expresamente para que compitiera por la gobernación del Zulia ante la postura del gobernador electo, Juan Pablo Guanipa, de acatar los mandatos de la MUD.
“Para salir del régimen de Maduro primero hay que salir de las ambiciones de Ramos Allup, María Corina, Leopoldo, Capriles, Rosales, Falcón, Barreto, Guevara, Bucaran y ese combo que no apuestan por la verdadera unidad” concluyó Rojas.