El secretario general del Movimiento al Socialismo MAS, Felipe Mujica, advirtió que en el Parlamento, compuesto de manera mayoritaria así como de forma abrumadora por el sector que respalda a Guaidó y por el sector oficialista “no tienen ninguna excusa, salvo que ninguna de las partes quiera conversar, para que asuman de manera directa la responsabilidad de discutir los temas políticos, sociales y económicos que los venezolanos tenemos que resolver”.
Explicó que desde la tolda naranja se contribuyó a abrir la puerta del diálogo, por lo que aspiran a que le den respuestas en el más corto plazo a la población. “Esa Asamblea tiene la responsabilidad directa de elegir el Consejo Nacional Electoral, algo que han solicitados todos los factores políticos para que se pueda producir la convocatoria de elecciones”.
Recordó que casi inmediatamente después de ser electa, la Asamblea Nacional se sumergió en una dinámica que conllevó a que fuese desconocida por el Gobierno nacional y que como consecuencia de ello, el parlamento desconoció al gobierno en distintas modalidades, por lo que precisó que en las reuniones que se dieron en la Casa amarilla, “bajo la modalidad de un nuevo diálogo, se planteó la necesidad de la reincorporación a la Asamblea Nacional el partido oficialista como primer punto de la agenda”.
Prioridad por los Presos políticos
Felipe Mujica señaló que el proceso de diálogo ha tenido desde un principio como prioridad el tema de los Presos políticos, tal como quedó reflejado en el documento que se firmó hace ya tres semanas, con representantes del gobierno de Nicolás Maduro. “Estamos a la espera de lo que en esa materia se supone que debe estar resuelto para cuando el Gobierno finalmente concrete el compromiso que asumió en torno a este tema”.
Señaló que la posibilidad de concretar la libertad de los presos políticos está sometida a las variables propias de la discusión de cada caso en particular, lo que demora aun más que esto se cristalice de forma efectiva, por lo que exhortó a prepararse a un escenario que definió como “la reconciliación y la pacificación del país”, algo que enfatizó, el gobierno de Rafael Caldera llevó adelante a finales de los años 60, “produciendo la legalización nuevamente del Partido Comunista y del MIR, así como también la libertad de los Presos políticos, devolviendo con esto, el ejercicio de todos sus derechos a un sector del país que se encontraba al margen de ellos”.
“Posteriormente, después del golpe de Estado de Hugo Chávez, en el segundo mandato de Caldera tuvo también la posibilidad de ejercer una segunda experiencia en donde se puso en libertad a todos los presos, y donde nadie se detuvo a revisar cuáles fueron los delitos de cada uno, porque el país asumió que había que pacificarlo”, destacó.
Fuente: Juan José Ojeda Díaz / Prensa de Solidaridad