De acuerdo con un estudio realizado por el Centro Internacional de Investigación Clínica del Hospital Universitario de la ciudad de Brno, República Checa, según el primer análisis de datos del estudio Kardiozive 2030.
El centro, que examina la asociación de la propiedad de mascotas, específicamente de canes, con factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, y en el informe presentado, los científicos sostienen que los perros no solo son beneficiosos para ayudar a personas con dificultades del desarrollo sino también para los seres humanos en general, ya que están asociados con hábitos saludables y a una mejor condición en la salud cardiovascular de sus propietarios.
Más de 2 mil participantes fueron estudiados entre 2013 y 2014 y luego se prestaron a evaluaciones sucesivas con intervalos de seguimiento cada 5 años. El estudio seguirá hasta 2030.
“En general, las personas que poseían cualquier mascota tenían más probabilidades de informar sobre más actividad física, mejor dieta y azúcar en la sangre al nivel ideal” informa Andrea Maugeri, investigadora del Centro Internacional de Investigación Clínica de la Universidad de St. Anne. Hospital en Brno y la Universidad de Catania (Italia), “los mayores beneficios de tener una mascota fueron para aquellos que tenían un perro, independientemente de su edad, sexo y nivel educativo”.
Maugeri dice que los hallazgos del estudio respaldan la idea de que las personas podrían adoptar, rescatar o comprar una mascota como una estrategia potencial para mejorar su salud cardiovascular, siempre que la propiedad de la mascota los lleve a un estilo de vida más activo físicamente.
El resultado fue que el 5,7% de los 181.696 pacientes que habían sufrido un ataque cardíaco tenían un perro; mientras que el 4,8% de las 154.617 que había padecido un ACV también vivía con esa mascota.
Los científicos comprobaron, al comparar estas cifras con las personas que no tenían perro, que el riesgo de muerte de quienes fueron hospitalizados por problemas del corazón y vivían solo con el animal caía un 33%; mientras que entre quienes también tenían pareja o niños, el riesgo descendía 15%.
En el caso del ACV, la baja de las posibilidades de muerte era de 27% y 12% respectivamente.
Igualmente, el doctor Francisco López-Jiménez, presidente de la División de Cardiología Preventiva de la Clínica Mayo en Rochester, señala que tener un perro puede incitar a los dueños a salir, moverse y jugar con su perro regularmente. Ser dueño de un perro también se ha relacionado con una mejor salud mental en otros estudios y una menor percepción del aislamiento social, ambos factores de riesgo para ataques cardíacos.
Un segundo estudio basado en 3,8 millones de personas analizó información de 10 investigaciones previas y comprobó que los propietarios de canes reducen el riesgo de muerte 24% por cualquier causa, 65% por ataques al corazón y 31% por problemas relacionados con las enfermedades cardiovasculares.
"Tener un perro está asociado con el aumento del ejercicio físico, menores niveles de presión arterial y un mejor perfil de colesterol", explicó Caroline Kramer, endocrinóloga y científica clínica del Hospital Monte Sinaí de la Universidad de Toronto.
La conclusión del estudio señala que "los dueños de perros tienen más probabilidades de alcanzar el nivel recomendado de métricas conductuales de CVH (salud cardiovascular) como la actividad física y la dieta, que los no dueños de perros".
Sin embargo, la noticia no es tan buena para quienes sacan a pasear a su mascota y fuman un cigarrillo en el camino.
"Las tasas más altas de tabaquismo entre los dueños de perros atenúan la asociación entre la propiedad del perro y la salud cardiovascular", concluye el informe.