Ronald R. Rodríguez Barrios / ECS
Anaco.- Las pasadas jornadas de violentas protestas que sacudieron a Chile en días pasados causaron temores entre los venezolanos que allá están radicados. Una familia natural de la ciudad de Anaco se ha resguardado dentro de la casa que han alquilado, y no piensan salir del sitio hasta que la situación vuelva a la calma.
Ana, Luisa, Mariela, José y Jesús Suárez Requena se vieron sorprendidos por la inusitada violencia en la que terminaron las jornadas de protestas ocurridas en varias ciudades de Chile, en reclamo por el alza en las tarifas del sistema de transporte conocido como Metro.
Estos jóvenes anaquenses se sintieron abrumados porque no esperaban tal comportamiento del pueblo chileno. Por el contrario, estaban convencidos de que la jornada de protestas serían de lo más cívicas y que la ciudadanía demostraría el comportamiento de demócratas pacíficos en reclamo de sus derechos.
También supusieron los emigrados que el gobierno que preside Sebastián Piñera escucharía la queja popular y que evitaría la ira del pueblo. En ambas apreciaciones se equivocaron los oriundos del municipio del centro del estado Anzoátegui, lo que demuestra el poco conocimiento que tienen de la sociedad en la que conviven y lo difícil que podría resultar la convivencia con otras culturas.
Luisa, la más nerviosa de los cinco, ha tenido que tomar de todo para calmarse. La situación le supera porque confiesa no estar acostumbrada “a la violencia”.
La mujer de 36 años de edad, la segunda de la tropa, nunca participó en protestas porque “Anaco es una ciudad pacífica en la que nadie marcha ni saquea” recordó.
Quien ha asumido todo con sangre fría es Jesús, el menor de los consanguíneos, que procura mantenerse “sereno”. “Hay que conservar la calma y pensar que es lo que conviene hacer” manifiesta antes de exponer cuál es el plan que ha diseñado para la familia.
“Lo primero fue gastar todos nuestros ingresos en comprar alimentos, agua y cancelar todas las deudas, para no tener que salir de casa estos días” comentó antes de informar que los cinco fueron informados por sus jefes que no se laboraría hasta nuevo aviso.
Para Ana y Mariela “las imágenes que está transmitiendo la televisión no revelan los hechos más fuertes” alcanzó a señalar Ana antes de que Mariela apuntara que nunca imaginó ver “el rostro de la ira”.
Los hermanos Suárez Requena salieron del país hace poco más de dos años. Primero se marchó hasta Perú Mariela, la tercera del linaje. Siguió poco tiempo después José que pasó una temporada en Colombia. Ana se reuniría poco tiempo después con Mariela y entre ambas lograron llevarse a José.
Jesús abandonó los estudios de derecho para salir del país a Perú. La última del clan en salir de Venezuela fue Luisa. De Perú partieron a principios de año a Chile, donde ahora están resguardados y esperando que la crisis pase para poder reincorporarse a sus trabajos. Fuera de la patria no es posible permanecer improductivo por muchos días. Éramos felices y no lo sabíamos.