Ronald R. Rodríguez Barrios / ECS
Anaco.- Una considerable cifra de hogares anaquenses padecieron más de 20 horas sin servicio eléctrico, durante el pasado fin de semana. La tortura que le aplicó el personal de Corpoelec a la población anaquense inició la noche del viernes pasado.
Los relojes marcaban las 7pm del viernes 04 de octubre cuando se produjo el primer apagón del fin de semana que afectó a hogares de las comunidades de El Chaparral, Pueblo Nuevo, Caucagüita, Valle Verde, Los Algarrobos, Los Olivos, Vista Alegre “B”. Ocana, Primero de Mayo y José Félix Ribas. Con casi dos horas de penumbras arrancó el conteo.
Vale destacar que la noche del miércoles 2 y jueves 3 de octubre, los vecinos de las mismas comunidades también fueron privados de la energía eléctrica desde las 8 y 9pm.
Lo peor ocurrió el día sábado 5 de octubre. En esa fecha la electricidad fue interrumpida 120 minutos en la mañana. En la tarde se volvería a presentar la falla. Esta vez por espacio de más de tres horas.
Algunos vecinos, ya acostumbrados al colapso del sistema, se atrevieron con frases optimistas del tipo “al menos ya no se va a ir (la energía) en la noche y podremos dormir bien”. No contaban con que desde la estatal eléctrica les tenían preparada algunas sorpresas más.
Poco después del anochecer las mencionadas comunidades fueron oscurecidas de forma total cuando el sol cedió su reinado a la luna. Otras tres horas más en las que los habitantes de este municipio del centro del estado Anzoátegui padecieron de la negligencia de los trabajadores de la compañía de energía.
Más oscuridad
Pero todo no acabó allí. El domingo 6 de octubre la negligencia volvería a disgustar en esas comunidades. Poco después que se fue la luz solar, las pocas luminarias públicas se apagaron.
Los hogares permanecieron en penumbras otras tres horas más, con todos los inconvenientes que este tipo de situaciones genera. En ninguna de estos sectores populares se sabe cuál es la razón para tantas fallas.
Algunos exponen como argumento del problema ocurrido las lluvias que se precipitaron sobre el municipio Anaco. Hay quienes se atreven a poner en duda semejante idea porque la falla no afectó a toda la población.
En la docena de comunidades residen un promedio de cinco mil personas, que fueron víctimas de los cortes del suministro energético del que hasta ahora no se tiene información. Esta vez no se sabe si algún loro, rata, iguana, rabipelado o qué mano peluda es la responsable de los cortes.